-
-
Específicos: Las metas están claramente delineadas, como aumentar la velocidad de desarrollo en un 20%, mejorar la comunicación interna, y aumentar la satisfacción laboral en un 15%. Estos objetivos son directos y abordan áreas clave de mejora.
-
Medibles: Las metas son fácilmente cuantificables. Por ejemplo, la velocidad de desarrollo puede medirse comparando el tiempo de entrega de los proyectos antes y después del cambio. Además, las encuestas de satisfacción permiten evaluar el cambio en el estado anímico y el bienestar del equipo.
-
Alcanzables: Las metas se establecen en función de la capacidad actual del equipo, lo que las hace realistas. Un aumento del 20% en la velocidad de desarrollo o un 15% en la satisfacción laboral es un desafío alcanzable si se implementan los cambios adecuados.
-
Relevantes: Cada meta está alineada con los objetivos generales de la empresa, como mejorar la eficiencia operativa, aumentar la satisfacción del cliente y fortalecer la cultura organizacional. Estos objetivos no solo son importantes para el equipo, sino que también contribuyen al éxito de la empresa en su conjunto.
-
Con Plazos Realistas: El establecimiento de plazos, como tres meses para lograr el aumento en la velocidad de desarrollo, es adecuado. Los plazos se ajustan a las capacidades del equipo y permiten hacer ajustes a lo largo del camino si es necesario.
-